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Ahora unas fotos:
Ahora unos videos:
BUENO Y POR ULTIMO LES DEJO UNAS FOTOS DEL SUCESOR DEL ALFA ROMEO 164 EL 166 PARA MI EL MEJOR AUTO QUE HE CONOCIDO...
El 156 fue un coche lanzado a cara o cruz. La imagen y las ventas de Alfa Romeo estaban por el piso, y el Grupo Fiat, propietario de la marca, no podían esperar a que las cosas volverían a su cauce. Hacia falta un coche capaz de volver a despertar emociones en los alfistas desalentados, un coche que recuperaba el espíritu de los Alfa de siempre y que reposicionara la marca como la genuina representante del estilo y la deportividad dentro del Grupo Fiat. El 156 fue su coche.
En 1997, Alfa Romeo tenía una producción las series 145/146, 155 y 164, coches todos ellos muy superiores a la nefasta generación anterior (33 y 75) que había acabado con la imagen de la marca y la había dejado al borde de la quiebra financiera. Una vez dentro del Grupo Fiat, Alfa Romeo tenia que reaccionar, pero sus modelos, pese a los éxitos deportivos del 155 en el Campeonato Alemán de Turismos (DTM) y en las carreras de la Clase II FIA en numerosos países, no consiguieron sacudiré la imagen de coches frágiles y deficientemente acabados que la marca arrastraba desde su época de empresa estatal.
Fiat había decidido que Lancia abandonara los rallies y se labrara un imagen de marca de lujo para permitir que Alfa Romeo, un firma vinculada desde siempre a la alta competición, representara, dentro del grupo italiano, el estilo y la deportividad.
Cuando se desarrollo el 156, los ingenieros y los estilistas, encabezados por el brasilero Walter Da Silva, tenían claro que debían hacer una berlina abiertamente deportiva, aunque, por razones de costes de desarrollo, tenían bastantes elementos mecánicos de Fiat, y el vehículo tenia que ser obligatoriamente de tracción delantera, Su tarea, además, estaba sometida a un intensa presión, ya que sabían que de su trabajo dependía no solo la calidad del coche, sino, probablemente, también el futuro y la viabilidad de Alfa Romeo.
El 156 era una moneda a cara o cruz y salió cara. El coche recupero la imagen de deportividad que siempre tuvo Alfa. Únicamente alabado por su espectacular y rompedora estética y votada por los periodistas europeos como Coche del Año de 1997, cosecho un importante éxito de ventas. Con un solo modelo, Alfa había vuelto al primer plano en materia de comportamiento en carretera, calidad de fabricación y rendimiento mecánico. Su nuevo coche podía enfrentarse sin rubor a las mejores berlinas alemanas de prestigio. El 156 había salvado a Alfa Romeo.
Los ingenieros desarrollaron un chasis nuevo, basándose en el del 155 pero acortando la batalla y cambiando el esquema de suspensiones. Delante, recurrieron a un sofisticado eje de paralelogramo deformable con el tirante inferior en fundición de acero y el superior en aluminio. Para el eje trasero recurrieron a un sistema McPherson. El resultado fue un coche tremendamente neutro, que apenas subirava pese a ser una tracción delantera, y con un eje delantero que pesaba la potencia el suelo de manera equilibrada y sin desperdiciar ni un solo caballo.
A este afinado bastidor se acoplaron motores de gasolina de última generación, con el sistema Twin Spark de doble encendido exclusivo de la marca. Había tres cuatro cilindros de entre 115 y 155 caballos y un V6 multiválvulas de 190. La gran novedad la constituirán, sin embargo, los motores diesel, un cuatro cilindros de 105 caballos y un cinco cilindros de 136 (ambos con un sofisticado sistema de alimentación por conducto común e inyección directa de combustible dentro de la cámara de combustión) sobrios y de alto rendimiento.
Paro el gran atractivo del 156 era su carrocería. Del lápiz mágico de Walter Da Silva nacieron unas líneas armoniosas y realmente bellas. El coche parecía un coupe gracias al recurso estético de camuflar la puerta trasera a base de esconder el tirador en el montante. Un frontal con enorme personalidad que recuperaba el escudo Alfa en el centro, al estilo de los famosos Giulia SS, que obligaba a ladear la placa de matricula, una trasera con luces estilizadas y una línea deportiva y tremendamente fluida constituyeron una de las claves del éxito del coche. De todas maneras, si el resto no hubiera acompañado, el 156 no habría pasado de ser un coche bonito, pero fue algo mas. Fue el coche que salvo la firma.
Alfa romeo 156 2.4 JTD
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=bUJiUoEKDkA
Alfa romeo 156 2.0 16v TEST
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=V_NULIX_C8k&feature=related
Alfa Romeo 156 Promotional Video
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=Q0pQ2zcPXfs&feature=related
Alfa Romeo 156 280hp
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=Wey52nB5res&feature=related
Es un cupé biplaza hecho sobre base Maserati, con motor central delantero y tracción trasera. El diseño es de Alfa Romeo; la producción y los principales elementos mecánicos, de Maserati.
La carrocería es obra del Centro Stile Alfa Romeo; el diseño es muy semejante al del prototipo que mostró Alfa Romeo en 2003. Este prototipo mide 4.278 mm de largo, 1.900 de ancho y 1.250 de alto; las dimensiones del coche de serie no serán muy distintas (salvo la altura).
Lo más notable de esta carrocería, por la información que ha dado Alfa Romeo hasta ahora, es que tiene un coeficiente de elevación aerodinámico (Cz) negativo. Alfa Romeo no precisa si ese coeficiente es negativo en los dos ejes pero, en cualquier caso, es difícil que un coche sin alerones prominentes lo tenga. El 8C tiene un discreto alerón integrado bajo el paragolpes delantero.
La carrocería es de fibra de carbono y está montada sobre chasis de acero. Hay también estructuras de fibra de carbono en elementos como los asientos.
Tiene algunos detalles más comunes hace décadas que ahora, como el marco cromado de las ventanillas o el par de pilotos redondos, aunque en este caso están combinados con una luz de niebla y una de marcha atrás disimuladas en la parte inferior del coche.
Los pilotos principales tienen luces de diodos, en lugar de bombillas. Como antecedentes de diseño, Alfa Romeo cita a cupés como el Giulia TZ o el 33 Coupé Stradale.
El motor es un 8 cilindros en V de 90° de origen Maserati, con una cilindrada de 4.691 cm³ (los motores actuales de Maserati tienen 4.244). Su potencia máxima es 450 CV a 7.000 rpm; su potencia específica, por tanto es más bien alta (95,9 CV/l). Su par máximo es 470 Nm a 4.750 rpm; es un valor normal para el motor de un deportivo de esta cilindrada (la presión media llega a 12,6 bar). El régimen máximo es 7.500 rpm.
Es un motor de aluminio con culatas con doble árbol de levas movidos por cadena y cuatro válvulas por cilindro. Tiene variación de fase continua en los árboles de levas de admisión.
El embrague es bidisco y el cambio está junto al eje trasero (una disposición que algunos llaman «transaxle»). El diferencial lleva un dispositivo mecánico para limitar el deslizamiento.
El cambio automático (según nuestro criterio, lo es cualquier cambio que pueda cambiar sin intervención del conductor) de seis velocidades.
Tiene la estructura y el funcionamiento de uno manual, pero con automatismos para el embrague y el movimiento del cambio.
El conductor puede elegir entre cinco programas de funcionamiento: Manual-Normal, Manual-Sport, Automático-Normal, Automático-Sport y «Ice» (para arrancar sobre una superficie deslizante).
No tiene una palanca de cambio normal. En los dos programas manuales, el conductor puede seleccionar las marchas mediante dos palancas que están detrás del volante. La selección de los programas de funcionamiento se hace con botones.
La suspensión es semejante a la de un Maserati actual, con paralelogramos deformables en los dos ejes que tienen los elementos de unión y los bujes de aluminio. Los frenos son discos ventilados y perforados; en la parte trasera de los discos están las pinzas, que son de aluminio.
La medida de las ruedas es 245/35 20” en el eje delantero y 285/35 20” en el trasero; las llantas traseras tienen más bombeo que las delanteras. Entre los sistemas de seguridad activa que tiene, está un control de estabilidad (VDC para Alfa Romeo).
Gran parte de los recubrimientos interiores son de fibra de carbono, combinado con aluminio y cuero. Además del espacio en el maletero, hay un hueco tras los asientos que pueden ocupar unas maletas específicas.
Entre los elementos de equipamiento que puede llevar están un programador de velocidad, un sistema de ayuda al aparcamiento, arranque mediante un botón o freno de estacionamiento eléctrico.
Alfa Romeo utilizó las siglas «8C» durante los años 30 y 40 para designar a los coches que tenían el motor de ocho cilindros, obra del ingeniero Vittorio Jano. El término «Competizione» es una referencia al «6C 2500 Competizione» con el que Juan Manuel Fangio participó en las Mil Millas de 1950.
El último cupé de Alfa Romeo concebido para llevar un motor V8 fue el Montreal, aunque posteriormente hubo alguna versión del Alfetta GTV con motor V8. El último cupé de Alfa Romeo con tracción trasera fue el SZ.
Aca te dejo las imagenes:
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